La relación con tu hair stylist debe ser igual o hasta más íntima que la relación con tu novio, diría yo. ¿Porqué? Porque fácil es superar el novio que corta contigo, pero no al estilista que corte el mechón equivocado. Así que, exprésale bien lo que quieres, cómo lo quieres, cómo te gusta y dónde y procura que estén en la misma página antes de poner toda tu confianza en sus manos.
No les voy a mentir, he tenido mis experiencias horrorosas con estilistas que me han dejado con cortes de mamá, layers del 1990 y colores que no deberían ni existir en la paleta de colores. Dichas visitas a la silla de la estilista se han sentido más como la de la silla eléctrica, en otras palabras sufrimiento letal.
Así que esta vez, me aseguré de conocer a Jules antes de nuestra cita, tipo first date en un Coffee Shop. Y como en toda primera cita, cualquier amiga te diría: "no hables de tus relaciones pasadas" fue exactamente lo que a mi me trajo suerte con Jules. Fui rápido al grano con ella y le dije lo mucho que he sufrido en ocaciones, como también los momentos que más he sido feliz con mi pelo. Ella me entendió pero también me fue sincera diciéndome lo que ella es capaz de ofrecer y lo que buscaba.
Luego de hablar un rato, entendí que Jules genuinamente quería dar lo mejor de ella misma y por eso decidí darle la oportunidad a este intercambio. Pero como toda relación, fuimos poco a poco. Por un mes, estuve tratando y cuidando mi pelo con los productos indicados para llegar preparada al día más esperado.
Al llegar el día, aclaramos dudas e inquietudes y logramos seguir adelante como toda una buena relación. Al final, el color y el corte de mi pelo fueron exactamente lo que yo buscaba: layers largos, face framing, full set de highlights con un toner cenizo.
En conclusión, ¿valió la pena el riesgo? Totalmente. Soy más feliz porque pude confiar de nuevo y encontrar a alguien que realmente se preocupa por mi y por mi cabello.
Para hacer una cita con Jules, puedes contactarla via Instagram @julesfort_
